Hay muchas amenazas que pueden comprometer nuestra seguridad a la hora de navegar por la red. Muchos tipos de virus, malware y ataques que de una u otra forma comprometen nuestros sistemas. Tener programas que nos protejan es muy importante. Un buen antivirus puede prevenir la entrada de este tipo de software malicioso. Vamos a hablar de cuáles son los métodos de entrada más extraños o menos habituales y que en muchas ocasiones pasan desapercibidos para los usuarios.
Métodos de entrada de malware menos habituales
Cuando pensamos en cómo podemos infectarnos con malware, seguro que se nos viene a la cabeza descargar programas o archivos de Internet de sitios que no sean seguros, instalar software pirata, recibir un correo electrónico de Spam y que tenga algún archivo malicioso, algún troyano que permite a un atacante colar malware, redes Wi-Fi inseguras…
Sin embargo hay muchos métodos por los cuales podríamos terminar infectados. Algunos de ellos son poco comunes y pueden pasar desapercibidos. Vamos a ver cuáles son y de esta forma también estar más protegidos.
Páginas atacadas
Una forma de entrada de malware que puede pasar desapercibida por los usuarios son las páginas que han sido atacadas previamente. Un atacante puede inyectar código malicioso, por ejemplo. Esto hace que al pinchar en un link podamos terminar en una página que ha sido creada con el único objetivo de robar información y colar malware.
Un sitio puede ser legítimo, no aparentar amenaza alguna, pero sin embargo ha sido atacado previamente. Esa página inicialmente no fue creada para este fin, pero sí puede serlo en un momento dado cuando ha sido modificada. Es por tanto una manera de introducir malware.
Usar un pendrive
Aunque no es un método de entrada de malware realmente extraño, sí es cierto que muchos usuarios desconocen hasta qué punto una simple memoria USB puede suponer un importante problema de seguridad para sus dispositivos.
El hecho de coger un pendrive e ir a una copistería a imprimir documentos, prestar esa memoria a otra persona para que nos pase algún tipo de información o incluso conectarla en otro equipo de nuestra propiedad, puede ser la vía de entrada de malware y que ponga en riesgo nuestra privacidad.
Abrir una imagen
Sí, una simple imagen, un simple archivo JPG, puede contener malware. Nuestros antivirus están capacitados para detectar amenazas en este tipo de archivos, pero no siempre ocurre. Por ello, solo con abrir una fotografía que hayamos recibido o descargado de Internet podemos correr riesgos.
Es importante que extrememos las precauciones y siempre sepamos si esa imagen que estamos descargando o abriendo es fiable.
Archivo Word
Algo similar ocurre con los archivos Word. Es otra vía de entrada de malware que en ocasiones pasa desapercibida. Allí los ciberdelincuentes, a través de macros, pueden modificar un archivo que visualmente parezca legítimo para que, una vez lo abramos, descargue malware en nuestro equipo.
Este tipo de archivos son muy comunes en la red. Los intercambiamos con facilidad. Por ello siempre hay que tener cuidado y saber su procedencia, reconocer si puede haber algún problema, algún riesgo que comprometa los sistemas.
Malware sin fichero
Otro método de entrada de malware fuera de lo habitual es el malware sin fichero o fileless. Como su nombre indica, es un tipo de amenaza que no deja rastro visual. Es decir, el atacante en este caso no introduce algún tipo de archivo en la memoria y se queda ahí, sino que se basa en código malicioso que trabaja directamente en la memoria RAM.
Este hecho además hace que sea más complicado de detectar también por los antivirus. Es esencial que tomemos medidas y evitemos riesgos. Os dejamos un completo tutorial donde explicamos cómo evitar la entrada de malware.
En definitiva, estos son algunos de los métodos de entrada de virus y amenazas menos comunes pero que podrían suponer un serio problema para nuestra seguridad y privacidad al usar los dispositivos en la red.