CloudFlare es una compañía de seguridad que protege a más de 8 millones de sitios webs en todo el mundo de posibles ataques de hackers, a la vez que acelera la velocidad de las páginas web sirviendo recursos estáticos como imágenes desde servidores ubicados cerca del usuario.
Hoy la compañía atiende más de 1 billón (1.000.000.000.000) de peticiones al mes, lo que supone en torno a un 10 por ciento de todo el tráfico de Internet.
Dentro de la oficina de San Francisco, cien unidades de lámparas de lava como estas colocadas en la entrada ayudan a proteger Internet de ataques.
Cada vez que un usuario se conecta a cualquier sitio web protegido por CloudFlare, se le asigna un número de identificación único aleatorio. Este número debe ser creado totalmente al azar ya que si los hackers pueden predecir el número, se pueden hacer pasar por ti.
Los ordenadores no son capaces de generar números totalmente aleatorios (sino únicamente pseudo-aleatorios), que no son lo suficientemente robustos para ciertas aplicaciones criptográficas. Sin embargo, nadie puede predecir los remolinos de aceite, agua y cera que se forman en una de las conocidas lámpara.
Cloudflare graba en vídeo las cien lámparas 24 horas al día y 7 días a la semana, y utiliza la disposición siempre cambiante de los píxeles para ayudar a crear una clave criptográfica superpotente.
“Todo lo que captura la cámara se incorpora a la aleatoriedad”, dice Nick Sullivan, jefe de criptografía de la compañía, y eso incluye los cambios de luz que fluye a través de las ventanas. Cualquier cambio en el calor afecta también sutilmente las ondulaciones de esos globos brillantes.
Teóricamente, los malos podrían colar su propia cámara en las oficinas de Cloudflare para capturar la misma escena, pero la compañía está preparada.
Además, graba los movimientos de un péndulo en su oficina de Londres y registra las medidas de un contador Geiger en Singapur para añadir más aleatoriedad a la ecuación.
Como curiosidad, el sistema de lámparas de lava para generar aleatoriedad se denomina LavaRand y CloudFlare no es la primera compañía en utilizarlo. Este sistema fue inspirado en uno similar creado por Silicon Graphics en 1996, aunque la patente ya ha expirado.
Fuente: Teknofilo.com