ChatGPT

Si algo puede superar a la búsqueda de Google, posiblemente sea algo como esto.

Semanas más tarde nos hacíamos eco de que Google había «activado el código rojo» ante la amenaza que suponía una IA capaz de elaborar, argumentar y personalizar sus respuestas. Sundar Pichai, CEO de Google, explicaba entonces que

«Desde ahora y hasta la conferencia de Google en mayo, los equipos de investigación, confianza y seguridad de Google, y otros departamentos, han sido reasignados para ayudar a desarrollar y lanzar nuevos prototipos y productos de IA».

Un esfuerzo del que se empezaron a ver los primeros frutos hace una semana, cuando se supo que estaban llevando a cabo las primeras pruebas de la plataforma denominada ‘Apprentice Bard’, basada en su modelo de IA conversacional LaMDA (Language Model for Dialogue Applications), en el que la compañía lleva trabajando ya dos años.

Finalmente, Google acaba de hacer público y oficial su «próximo paso importante en su viaje hacia la IA»: Bard (sin el ‘Apprentice’). Aunque esa presentación pública no significa que aún esté disponible: lo hará «en las próximas semanas». Por ahora, la compartirán «con un grupo de testers de confianza, que se encargarán de probarla antes de ponerla a disposición del público».

«El objetivo de Bard es combinar la base de conocimientos del mundo con la potencia, inteligencia y creatividad de nuestros grandes modelos lingüísticos».

Pero atentos, porque aquí llega el principal reto de Bard/Google a ChatGPT/OpenAI: «Bard toma información de Internet y la emplea para ofrecer respuestas actuales y de alta calidad». Una de las principales críticas a la IA conversacional de moda era el hecho de que sus respuestas estaban limitadas al conocimiento acumulado en un dataset que sólo contiene información previa a 2022.

¿Cuando probabas ChatGPT pensabas ‘Ojalá fuera capaz de consultar en Google para ofrecer información actualizada’? Pues Google ha tomado nota.

«Puede servir para saciar la curiosidad o para dar rienda suelta a la creatividad. Puede emplearse para explicarle a un niño de 9 años los últimos descubrimientos del telescopio espacial James Webb, o para aprender cosas sobre los mejores goleadores del panorama futbolístico actual y crear después rutinas de entrenamiento que te ayuden a mejorar tus habilidades».

Eso sí, es posible que las respuestas dejen algo que desear al principio, porque el plan es lanzar Bard, en una fase inicial, con un modelo ‘LaMDA reducido’ (¿recordáis la diferencia que había entre DALL-E y DALL-E Mini? Pues algo así podemos esperar). Aunque eso evitará también otro de los problemas de ChatGPT… su falta de disponibilidad:

«Este modelo —mucho más pequeño— tiene la ventaja de que requiere una potencia de cálculo mucho menor. Con ello, podrá llegar a más usuarios, permitiendo así más comentarios».

Cambios, también, en el buscador

Pero, claro, Bard será por ahora una plataforma diferente del buscador de Google. ¿Significa eso que no vamos a ver novedades relativas al uso de la IA en este último? Todo lo contrario: empezarán a implementarlas «en breve». Esto dice Google en su blog corporativo:

«La IA puede resultar muy útil para sintetizar ideas y ayudar a responder preguntas que no tienen una sola respuesta correcta. Próximamente, el Buscador de Google contará con funciones asistidas por IA capaces de procesar información compleja —con múltiples perspectivas— y presentarla en formatos fáciles de absorber».
«Servirán para entender con rapidez cuál es el panorama general sobre una cuestión y sacarle más partido a internet. Por ejemplo, para buscar perspectivas adicionales, como blogs de gente que toca tanto el piano como la guitarra, o para profundizar más en alguna temática, como cuáles son los pasos para empezar a tocar un instrumento».

Fuente y redacción: elhacker.net

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