La Unión Europea abandona WhatsApp y se pasa a Signal para tener más seguridad.
WhatsApp es una de las más utilizadas entre los ciudadanos europeos. Sin embargo, tras los recientes cambios en la política de privacidad, las instituciones de la Unión Europea (UE) están abandonando el servicio de mensajería instantánea de WhatsApp, filial de Facebook, para mudarse a la plataforma Signal, que es también estadounidense pero que en Bruselas consideran más segura.
Tanto la Comisión Europea (CE) como el Consejo de la UE han pedido a sus empleados que dejen de utilizar WhatsApp. Este último, además, ha anunciado a los periodistas que próximamente utilizará Signal para relacionarse con los medios de comunicación y se espera que el Ejecutivo comunitario siga los mismos pasos próximamente.
«El Consejo de la UE cambiará la plataforma de mensajería instantánea que usa para compartir información con los periodistas: trasladaremos los grupos (de chat) de WhatsApp a Signal», ha informado el Consejo, que apunta que la mudanza se haría después de la cumbre de esta semana.
Mientras que desde el Parlamento Europeo (PE), su portavoz, Jaume Duch, ha explicado que ahora «utilizamos sobre todo WhatsApp, aunque estamos pensando en pasar a Signal porque parece más seguro, pero siempre será una cuestión optativa».
No obstante, en cualquier caso las comunicaciones sensibles entre los altos cargos de las instituciones no se desarrollan, en teoría, a través de WhatsApp, Signal o similares.
Facebook arrastra desde hace años una complicada relación con las instituciones comunitarias, hasta el punto de que su fundador, Mark Zuckerberg, tuvo que acudir en 2018 a la Eurocámara -de manera voluntaria y no por obligación legal como en Estados Unidos- para dar explicaciones sobre algunas prácticas de su red social.
En concreto, se le interrogó por la filtración masiva de información a la empresa Cambridge Analytica, que se cree pudo condicionar el referéndum del Brexit, además de la victoria de Donald Trump, ambos en 2016.
Reiteradamente, la CE pide a esa y otras plataformas digitales como Twitter o Google que hagan más esfuerzos por eliminar la desinformación de sus servicios, la última vez el mes pasado a propósito de las falsedades vertidas sobre las vacunas contra la Covid-19.
Pero Facebook es la que peor parada suele salir, como dejó patente en 2018 la comisaria europea de Valores y Transparencia, Vera Jurova, que criticó la opacidad de los términos de uso de esa empresa en relación con los datos de los usuarios y, a título personal, compartió lo que opina de la compañía.
«Tuve una cuenta de Facebook por poco tiempo. Fue un canal de basura. No esperaba tal torrente de odio. Decidí borrar mi cuenta porque me di cuenta de que habría menos odio en Europa al hacer esto», dijo.
El de la mensajería instantánea no es el único debate interno en las instituciones europeas en términos de seguridad. En el Ejecutivo comunitario hay expertos que cuestionan la conveniencia de que el grueso de las comunicaciones de trabajo en remoto durante la pandemia pasen a través de programas del paquete Office 365 de la multinacional estadounidense Microsoft.