Cuando se trata de la próxima generación de redes móviles, 5G promete un ecosistema más amigable con Internet de las cosas con grandes mejoras sobre las capacidades actuales de 4G; sin embargo, su intersección con IoT también aumentará las apuestas en ciberseguridad.

Los beneficios de 5G son innumerables: no solo permitirá una alimentación de datos extremadamente rápida de 1 Gbps y mejor (equivalente a las velocidades de banda ancha doméstica de primer nivel), sino que 5G también ofrece latencia ultra baja (menos de un milisegundo según el estándar). También admite una mayor densidad (hasta 100 veces más dispositivos conectados por unidad de área, todos con la misma velocidad y latencia) y un mejor uso de energía de la red.

En este último punto, el estándar 5G exige una reducción del 90 por ciento en el consumo de energía, lo que se traduce en dispositivos IoT de baja potencia en entornos industriales con una duración de batería de 10 años.

En conjunto, esto abre nuevos casos de uso. La latencia ultrabaja, por ejemplo, permite soportar automóviles autónomos; Los sensores IoT en vehículos autónomos podrán medir la temperatura, las condiciones del tráfico, el clima, la ubicación del GPS, la distancia a otros objetos, etc. en tiempo real.

Del mismo modo, en el campo de la medicina, las aplicaciones como la cirugía a control remoto para áreas rurales pueden cambiar la imagen de la medicina. Y, en IoT industrial, los sensores de seguimiento a lo largo de la cadena de suministro pueden admitir la entrega de agua en tiempo real, la gestión optimizada de residuos, el monitoreo del tráfico en vivo y los cambios de luz, e incluso las redes eléctricas bajo demanda.

La desventaja es que los riesgos involucrados desde una perspectiva cibernética tienden a crecer exponencialmente en estos escenarios; Al controlar su automóvil en la autopista, realizar una cirugía remota o proporcionar energía a las ciudades, los ataques cibernéticos pueden convertirse literalmente en una cuestión de vida o muerte.

En esta repetición del seminario web, Tara Seals de Threatpost se une a Kevin Mcnamee de Nokia Threat Intelligence Lab, Paul Martini de iboss y Alan Grau de Sectigo para hablar sobre cómo cambiará la seguridad de IoT en la era de las redes más rápidas. La discusión cubre las amenazas emergentes del mundo real y las estrategias prácticas para bloquear las huellas de IoT en entornos empresariales habilitados para 5G.

Mcnamee presenta una investigación que Nokia llevó a cabo en botnets de IoT y lo que tenemos para llevar a medida que avanzamos a 5G, mientras que Martini analiza los principales vectores de ataque de IoT y los problemas de seguridad, y el daño potencial que puede provenir de los ataques. Grau concluye las presentaciones con consejos de expertos sobre las mejores prácticas para asegurar su huella de IoT.

Y finalmente, un Q&A cubre la línea de tiempo de implementación de 5G, la importancia de agregar seguridad a los dispositivos IoT durante la fase de diseño, la seguridad de la red del operador, cómo los atacantes pueden atacar clases específicas de dispositivos y más.

Consulte la repetición del seminario web en YouTube a continuación, seguido de una transcripción del evento ligeramente editada.

 

Fuente y Transcripción del evento: threatpost.com

 

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