A poco que hayas cacharreado un poco con ordenadores, sabrás lo que es una BIOS; y si no lo sabes, me alegro por ti, porque durante décadas fue una de las partes más arcaicas de los PCs modernos.

En la era de los smartphones, tablets y MacBooks parece que BIOS (Basic Input/Output System) es algo que forma parte de un pasado muy lejano. Me pregunto cuántas veces he tenido que ser rápido pulsando F2, F10 o Supr para entrar en su menú mientras se iniciaba el equipo.

El fin de este sistema está cada vez más cerca, ya que Intel ha anunciado que acabará con su soporte en el año 2020. Es un movimiento completamente lógico, ya que desde el 2010 las placas base vienen con UEFI, una solución mucho más segura y moderna.

Intel eliminará el soporte para Legacy BIOS en su firmware para placas base UEFI en el año 2020, y así se lo ha hecho saber a todos los principales fabricantes de placas base con los que trabaja.

Así, esto significa que a partir de ese año las nuevas placas base carecerán de CSM (compatibility support module), un componente que permite que sistemas operativos y discos no UEFI arranquen en máquinas modernas.

El fin del soporte Legacy BIOS supone más de lo que parece, puesto que prácticamente significa el fin de la era de los sistemas operativos de 32 bits en máquinas modernas (dado que tanto Windows como Linux de 32 bits requieren CSM para funcionar). Con todo y con eso, todavía se podrá ejecutar Windows de 32 bits gracias a las capas de traducción WoW64, pero probablemente con algunas carencias y, sobre todo, problemas de configuración en el arranque (lo que incluye incluso dispositivos USB).

Elitegroup 761GX-M754 – AMIBIOS (American Megatrends) in a Winbond W39V040APZ

Eliminar el módulo CSM también afectará a dispositivos que utilicen OpROM de 16 bits, como adaptadores de red o tarjetas RAID antiguos. Si se quiere seguir utilizándolos se tendrá que depender de capas de software para el propio sistema operativo, lo que en el caso de las tarjetas RAID perderá el sentido dado que pasaremos a tener RAID dependiente del software, aunque éste se realice en hardware. Otra de las repercusiones que tiene el eliminar el soporte para Legacy BIOS en las placas modernas es que tarjetas gráficas relativamente viejas (más o menos las lanzadas antes de 2013) también tendrán problemas para poner en funcionamiento el monitor, puesto que éstas gráficas carecen de firmware compatible con UEFI.

Un sistema que apareció en 1975

Gracias a este pequeño programa tenemos acceso a un inventario del hardware conectado al ordenador, efectuando un diagnóstico llamado POST (prueba automática en el encendido) y comprobando que nuestro equipo funciona correctamente:

  • Verifica la configuración del CMOS
  • Comprueba el procesador
  • Verifica la memoria RAM y caché
  • Verifica teclado, ratón, unidades de disco y discos rígidos
  • Inicia el reloj interno
  • Inicia el controlador de DMA

Si encuentra algún error, intentará continuar con el inicio normal del equipo, pero si es un error grave nos informará mediante un mensaje en pantalla o una secuencia de sonidos (no había nada que me diera más miedo que iniciar el ordenador, ver la pantalla en negro y escuchar un pitido).

Mejor seguridad y más compatibilidad

Una de las principales diferencias entre BIOS y UEFI es que la primera se almacena en una memoria ROM, mientras que la versión más moderna se puede cargar en cualquier recurso de memoria no volátil (esto permite que sea independiente de cualquier sistema operativo).

A partir del año 2020, Intel tiene previsto soportar versiones UEFI Class 3 y posteriores. Esto no debería ser un grave problema, ya que actualmente no debe de haber muchos equipos funcionando con BIOS. Es un paso adelante en cuanto a seguridad, y reducirá la cantidad de validación por parte de los proveedores.

Las principales áreas en las que se va a centrar a partir de ahora la industria son:

  • Ofrecer sistemas UEFI más completos y mejorar la experiencia del usuario al instalar el sistema operativo, así como utilizar otras herramientas o recuperar el sistema.
  • Eliminar todos los componentes no UEFI, y reducir así el código de estos sistemas.
  • Eliminar todas las dependencias DOS y BIOS.
  • Empezar a dar a conocer los estándares de arranque en red PXE y HTTPS.

Aunque por el momento no hay nada seguro, se cree que este cambio llegará ya de cara para la generación Intel Tiger Lake, o Sapphire Rapids.

Intel ha mantenido el soporte de este sistema porque había muchos usuarios que todavía utilizan software de 32 bits. Las personas que siguen utilizando ordenadores con BIOS todavía tienen tres años para extender la vida de sus equipos. Si queremos más información al detalle, en este documento la compañía explica el motivo de este cambio y todo lo que supondrá.

En definitiva, con este cambio Intel pretende que a partir de 2020 todo el hardware que tengamos en el equipo sea moderno, si bien para ese entonces estaremos hablando, por ejemplo, de gráficas que ya tendrán 7 años de antigüedad (así que tan modernas no serán), e impedirá que en equipos nuevos podamos utilizar hardware no compatible con UEFI.

Fuente: azulweb.net

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