Años atrás los privilegiados que tenían la suerte de contar con conexión a Internet en Galicia se veían obligados a hacer uso del cable, puesto que la tecnología inalámbrica conocida bajo el nombre de Wi-Fi todavía no estaba del todo implementada. Sin embargo, en la actualidad prácticamente el cien por cien de los hogares disponen de este tipo de red a la que acceden no sólo con el ordenador, sino también con muchos otros dispositivos.

Ello es aprovechado por los hackers que son capaces de adentrarse en este tipo de redes inalámbricas para realizar todo tipo de acciones, desde monitorizar la actividad que tiene lugar dentro de ellas hasta sustraer información sin permiso. Evitarlo está en tus manos, siendo sencillo si pones en práctica las siguientes claves.

Son muchos los campos de la informática y la tecnología relacionados con la seguridad que exigen conocer las técnicas del hacker con el objetivo de ser capaz de repelerlas a posteriori. El ámbito de las redes inalámbricas es un claro ejemplo. Así pues, es fundamental que sepas como hackear wifi para aplicar las medidas oportunas con tal de que ningún usuario, por mucha experiencia que tenga a sus espaldas penetrando en conexiones ajenas, pueda hacerlo con la tuya.

Por ejemplo, dos de las técnicas que acostumbran a llevar a cabo los expertos en hacking de redes Wi-Fi consisten en realizar ataques de fuerza bruta para averiguar la contraseña de la conexión y aprovechar la debilidad que se origina a partir de mantener activada la función WPS. Precisamente a raíz de estos procedimientos surgen claves esenciales que has de llevar a cabo.

En primer lugar, olvídate de las contraseñas por defecto. La mayoría de hackeos efectivos de redes Wi-Fi se producen aprovechando el hecho de que muchos usuarios permanecen con la misma clave de origen. Es por ello que resulta crucial modificarla y optar por un término de seguridad propio.

Pero aquí surge un error muy habitual que se comete frecuentemente no solo en Galicia, sino también en todo el territorio español en general: introducir palabras que hacen referencia a algún aspecto personal o de la vida del usuario, desde sus gustos hasta el nombre de su mascota o fechas especiales.

Esta práctica ha de ser dejada a un lado si se pretende disponer de una clave que sea difícil de averiguar por medio de métodos de fuerza bruta y de otros tipos de ataques similares. A su vez, conviene decantarse siempre por el cifrado WPA2 prescindiendo de las demás opciones, ya que se trata del que mayor seguridad ofrece y, por ende, más efectivo resulta a la hora de lidiar con los intentos de hackeo.

Es innegable que la implementación de la función conocida bajo el nombre de WPS en los routers fue vista con muy buenos ojos por la mayoría de consumidores. Y no es para menos, puesto que a partir de entonces establecer conexión con los dispositivos pasó a ser rápido, cómodo y sencillo.

 El problema reside en que las facilidades no solo se dan a la hora de conectarse a la red Wi-Fi, sino también al hackearla. El WPS carece de buenas medidas de seguridad. De hecho, presenta una serie de vulnerabilidades que, por medio de algoritmos, son aprovechables con el objetivo de penetrar en la conexión inalámbrica y causar estragos.

Por este motivo los expertos en redes recomiendan olvidarse completamente de la función WPS y optar por establecer conexión por medio de otros métodos que sí ofrecen la seguridad que se espera de un router.

Ciertamente con las claves sacadas a colación hasta el momento otorgarás a tu red Wi-Fi un alto nivel de seguridad, pero todavía no estarás a salvo al cien por cien de los hackers de conexiones inalámbricas. Adicionalmente deberás poner en práctica otros consejos realmente útiles, resumiéndose el primero en hacer uso del filtrado MAC.

Gracias a ello es posible distinguir qué dispositivos establecen conexión con la red, detectando intrusiones al instante y pudiendo impedir que se produzcan en más ocasiones optando por un bloqueo que puede activarse sin ninguna dificultad a través del menú de configuración del propio router.

Por último, ten en cuenta que algunos modelos implementan unas antenas excesivamente potentes. ¿Ello qué ocasiona? Básicamente la posibilidad de que más intrusos tengan acceso a la red inalámbrica con el peligro que entraña si los individuos en cuestión poseen conocimientos de hacking.

Limitar el rango con el que operan las antenas del router tampoco es difícil, bastando con ajustar el oportuno parámetro para que la señal solo sea recibida dentro del domicilio y, consecuentemente, se reduzcan al mínimo las probabilidades de acabar recibiendo un hackeo de red.

Fuente: xornalgalicia.com

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