Una mujer radicó una denuncia en la Comisaria este martes en la que advirtió que desde un número de Capital Federal la llamaban para decirle que se había hecho acreedora de un premio en efectivo y de un celular. La Opinión llamó al número y siguió los pasos de los estafadores. Durante media hora, y con una gran cantidad de argumentos, piden llegar hasta un cajero, cambiar la clave de homebanking por una que ellos proponen, para luego solicitar el número de usuario que aparece en el ticket. El audio de la conversación (parte 1 y 2).

Celeste, una vecina, se comunicó con el diario La Opinión para contar que había radicado una denuncia en la Comisaría local luego de que la llamaran insistentemente por teléfono para decirle que se había ganado una serie de premios.

«Me me llamaron de este número: 11324707XX, diciendo que fui ganadora de un celular Samsung S9 y de 10.000 pesos, que fue transmitido por Crónica TV y salí ganadora en tercer lugar», contó la mujer y agregó: «Pedían que tengas tarjeta de débito para depositarte el premio o que sea pensionado o jubilado».

La Opinión se comunicó con ese número. No atendieron, pero a los pocos minutos llamaron. Un periodista de este medio le siguió el juego a los estafadores durante más de media hora en la que dos personas hacían distintas voces para hacerse pasar como teleoperadores diferentes.

En la primera parte habla un tal Dante, quien refiere que llama de Samsung y ofrece una dirección en la que en realidad está la casa central de una compañía telefónica. Habla del gobierno nacional, de la Cámara de Comercio, de Afip y de la Policía Federal.

Luego pasa el llamado con un tal Máximo Flores, de tonada cordobesa, quien relata cómo será el proceso de acreditación del dinero y la manera en la que el presunto ganador podrá hacerse del teléfono celular. También habla de Samsung, del ensamble de aparatos en Tierra del Fuego y hasta hace advertencias de seguridad.

La Opinión accedió a ir hasta un cajero automático. Una vez allí, el que era Dante ahora es «Federico Mansilla, fiscal de turno de la AFIP, el ente regulador de la Nación», que es quien informa los tres pasos de seguridad que garantizan al usuario.

Cuenta que la llamada está siendo grabada por la Policía Federal y filmada por el banco dentro del cajero; y pide que no se entregue ningún tipo de dato personal ni de la tarjeta, porque, caso contrario, «se cortará la llamada automáticamente».

Pide, luego, que se haga una consulta de saldo y que se imprima el ticket. Acto seguido, solicitan fecha, horario, número de cajero y monto de saldo en la cuenta. Luego de esos datos, el presunto «fiscal de la AFIP» deriva a otro operador, que no es más que el cordobés, Máximo, que ahora tiene otro nombre e informa que va a «liberar el número de usuario para poder hacer la transferencia.

El «operador» guía al usuario en los pasos: pide ir a gestión de claves, a homebanking/banca móvil y pidió ir a «obtención de claves», para dictar un número que ellos decidieron: 320017. «Confrmar por favor», dice y pide: «Vamos a confirmar los datos».

Entonces, completan la estafa: solicitan la confirmación del número de clave que ellos dictaron y piden el usuario, «que empieza con una letra, brindame el número de usuario para verificar, no tiene que haber margen de error».

Este tipo de estafas telefónicas es bastante habitual y, por lo general, tiene como blanco a personas poco habituadas a la bancarización, el uso de cajeros automáticos o gestiones bancarias online. Si el que recibe la llamada no suele hacer ese tipo de trámites, corren el riesgo de caer.

Los estafadores suenan convincentes, se toman su tiempo y hablan mucho, de manera tal de generar en el usuario una sensación de confianza, al punto de que durante buena parte de la conversación repiten las presuntas medidas de seguridad que están en marcha para proteger a quien, después de todo, será su víctima.


Fuente: La Opinión

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