A la hora de proteger tu privacidad en línea, la mayoría de las personas se centran en proteger sus contraseñas , cifrar las comunicaciones y borrar el historial de navegación. Si bien estas prácticas son esenciales, pasan por alto un elemento importante: los metadatos. Estos datos, recopilados sobre tus interacciones digitales, a menudo pueden revelar más sobre ti de lo que crees.

Los metadatos son un recurso invaluable para rastreadores en línea, anunciantes, ciberdelincuentes e incluso la vigilancia gubernamental. Comprender cómo se recopilan los metadatos y qué puede hacer para protegerlos es fundamental para preservar su privacidad personal.

¿Qué son los metadatos?

En esencia, los metadatos son datos sobre datos . Proporcionan contexto e información adicional sobre los datos principales que creas, accedes o con los que interactúas. Por ejemplo, pueden incluir marcas de tiempo, ubicaciones, detalles del dispositivo y más. Aunque a primera vista puedan parecer insignificantes, los metadatos pueden revelar mucha información sobre los hábitos y movimientos de una persona.

Los riesgos de la exposición de metadatos

Si bien solemos tomar medidas para proteger la información confidencial, los metadatos también pueden revelar información sobre nuestras vidas. Aquí tienes un resumen de quiénes podrían beneficiarse de tus metadatos:

  • Rastreadores y anunciantes en línea: Estas entidades rastrean tu comportamiento en línea para crear un perfil, a menudo para publicidad dirigida. Utilizan metadatos para predecir tus hábitos y preferencias.
  • Ciberdelincuentes: los actores maliciosos utilizan metadatos para crear ataques de phishing más convincentes o para encontrar debilidades en su seguridad personal.
  • Vigilancia gubernamental: los gobiernos pueden rastrear metadatos con fines de seguridad nacional, a menudo sin su conocimiento o consentimiento.

Comprender dónde y cómo se recopilan los metadatos es el primer paso para protegerse.

Dónde se recopilan los metadatos

Navegación web y servicios en línea

Cuando navegas por la web, los sitios web pueden rastrear diversos metadatos. Tu dirección IP, la huella digital de tu dispositivo y tu comportamiento de navegación son datos valiosos que se utilizan para crear un perfil detallado de ti. Los anunciantes utilizan cookies, píxeles de seguimiento y scripts entre sitios para recopilar y analizar tus datos, lo que les permite mostrar anuncios personalizados.

Correos electrónicos y aplicaciones de mensajería

Los encabezados de correo electrónico también almacenan metadatos, como la dirección IP desde la que se envió el correo, los dispositivos utilizados y las marcas de tiempo de creación, envío y lectura. En las aplicaciones de mensajería, incluso si los mensajes están cifrados, los metadatos pueden revelar cuándo y dónde se envió y recibió un mensaje.

Fotos y documentos

Muchas fotos y documentos que compartes contienen metadatos incrustados. Por ejemplo, las imágenes suelen contener datos EXIF ​​(formato de archivo de imagen intercambiable), como la ubicación donde se tomó la foto, el modelo de la cámara y la fecha y hora de la captura. Documentos como archivos de Word o PDF pueden almacenar nombres de autores, historiales de edición e incluso las ubicaciones donde se accedió a los archivos.

Servicios en la nube y redes sociales

Los servicios en la nube pueden recopilar metadatos de los archivos que subes, como marcas de tiempo, tamaños de archivo y detalles del dispositivo. Las plataformas de redes sociales también rastrean una amplia variedad de metadatos, como tus ubicaciones de inicio de sesión, la actividad de tu cuenta y los patrones de interacción con tus publicaciones.

Cómo reducir la exposición de metadatos

Aunque parezca imposible protegerse por completo del rastreo de metadatos, tomar algunas medidas deliberadas puede reducir su huella digital. Al desactivar el rastreo innecesario, desinfectar sus archivos personales y utilizar herramientas y servicios centrados en la privacidad, puede proteger mejor sus metadatos personales del uso indebido por rastreadores en línea, anunciantes y agentes maliciosos.

1. Desactiva las cookies de terceros y la huella digital : muchos sitios web utilizan cookies para rastrear tu actividad en línea. Al desactivar las cookies de terceros y la huella digital del navegador, puedes limitar los datos que estos sitios pueden recopilar.

2. Use una VPN : una VPN (red privada virtual) puede enmascarar su dirección IP, lo que hace mucho más difícil para los rastreadores vincular su actividad en línea con su identidad real.

3. Use diferentes navegadores para distintas actividades : Usar navegadores separados para diferentes tipos de actividades en línea (por ejemplo, uno para compras, otro para redes sociales y otro para investigación) puede ayudar a limitar el seguimiento. Esto segmenta los datos recopilados por cada navegador.

4. Desactivar las confirmaciones de lectura y los indicadores de escritura : en las aplicaciones de mensajería, desactiva funciones como las confirmaciones de lectura y los indicadores de escritura, que revelan cuándo has visto un mensaje o estás escribiendo una respuesta.

5. Evite compartir información confidencial por correo electrónico : siempre que sea posible, absténgase de compartir datos altamente confidenciales por correo electrónico, ya que los encabezados de correo electrónico contienen metadatos que pueden exponer su información.

6. Limita la visibilidad pública de las publicaciones y los metadatos en redes sociales : Ajusta tu configuración de privacidad en redes sociales para limitar quién puede ver tus publicaciones. Presta atención a los metadatos que acompañan a cada publicación, especialmente si incluyen tu ubicación u otros datos personales.

7. Utilice almacenamiento en la nube autoalojado o centrado en la privacidad : en lugar de confiar en los servicios de nube tradicionales, considere utilizar una solución de nube autoalojada o alternativas que protejan la privacidad y ofrezcan cifrado y protección de datos.

8. Utilice correos electrónicos desechables o cuentas de alias : para interacciones no confidenciales, considere usar direcciones de correo electrónico desechables o crear cuentas de alias para evitar compartir su correo electrónico principal y sus datos.

9. Desinfecte fotos y documentos antes de compartirlos : antes de compartir fotos o documentos en línea, es fundamental eliminar cualquier metadato incrustado que pueda comprometer su privacidad.

Fuente y redacción: Anamarija Pogorelec / helpnetsecurity.com

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