Linux

Ubuntu, una de las distribuciones más longevas y utilizadas del ecosistema Linux, está a punto de experimentar uno de los mayores cambios en su historia. Durante años, su estabilidad han estado sustentadas por componentes del Proyecto GNU, pero ahora, Canonical —la compañía responsable de su desarrollo— ha confirmado un movimiento que va a suceder muy pronto.

A partir de la versión Ubuntu 25.10, la distribución comenzará a reemplazar las tradicionales coreutils de GNU. Esto significa que comandos esenciales como ls, cp o rm, que forman parte del día a día de cualquier usuario de este sistema, serán sustituidos por nuevas versiones desarrolladas en Rust, un lenguaje de programación moderno que prioriza la seguridad, la eficiencia y el rendimiento.

Ubuntu se reinventa, pero ¿por qué está dejando atrás GNU?

El motivo de este cambio no es meramente técnico, también es filosófico y estructural. Los coreutils (U-utils) originales del Proyecto GNU han demostrado ser robustos a lo largo de décadas, pero están escritos en lenguaje C, un entorno que, aunque potente, es susceptible a vulnerabilidades de seguridad como los desbordamientos de búfer o los errores de acceso a memoria.

Rust, en cambio, ha sido diseñado desde cero con la seguridad como prioridad. Su sistema de control de memoria en tiempo de compilación elimina clases enteras de errores que afectan al C. Además, ofrece una gestión del multihilo mucho más segura, lo que permite aprovechar los procesadores multinúcleo modernos sin los riesgos tradicionales de la programación paralela.

Este cambio también implica una diferencia crucial en las licencias, puesto que, mientras que el software de GNU/Linux utiliza la GPL (Licencia Pública General), que obliga a que cualquier modificación del código fuente también se distribuya con la misma licencia, Rust y los nuevos paquetes optan por la licencia MIT, mucho más permisiva

Esto significa que otros proyectos —incluso propietarios— pueden utilizar, así como modificar el código sin necesidad de liberar sus cambios, algo que ha generado un debate profundo en la comunidad del código abierto y en los desarrolladores.

Cabe señalar que Canonical ha decidido no forzar la transición de golpe. Para facilitar esta evolución, ha desarrollado una herramienta llamada Oxidizer, que te permitirá probar estas nuevas utilidades escritas en Rust mientras sigues teniendo acceso a las versiones tradicionales de GNU.

Puede instalarse directamente desde GitHub o mediante el gestor de paquetes Cargo. Podrás sustituir comandos clave como coreutils, diffutils, findutils y otros, de forma progresiva y reversible. Eso sí, se recomienda hacer copias de seguridad antes de modificar componentes tan esenciales del sistema.

Este enfoque cuidadoso permite que pruebes las mejoras de rendimiento y seguridad de Rust sin comprometer la estabilidad de tu sistema. Por ejemplo, durante una demostración, se vio cómo el nuevo comando sort  de este lenguaje era hasta seis veces más rápido que su versión clásica de GNU.

Más allá de Ubuntu, este cambio refleja una tendencia mayor, y es que el propio kernel de Linux ya ha empezado a integrar componentes en Rust desde la versión 6.1, y figuras como Linus Torvalds han dado su visto bueno a este enfoque. Esto abre la puerta a que más distribuciones sigan los pasos de Canonical.

Si esta transición tiene éxito, podríamos estar ante el primer modelo real alternativo a GNU/Linux en más de 30 años. El nombre «GNU/Linux» podría perder su relevancia si cada vez más componentes clave del sistema operativo son sustituidos por herramientas que no provienen del proyecto GNU ni comparten su filosofía de licenciamiento.

Y aquí surge una pregunta clave tanto para los usuarios como para los desarrolladores en general: ¿hasta qué punto estás dispuesto a sacrificar el modelo tradicional del software libre en favor de una mayor seguridad y rendimiento? El cambio no es solo tecnológico, es ideológico.

El movimiento que ha iniciado Canonical con Ubuntu no solo marca un giro de 180 grados en Linux, sino que también redefine el equilibrio entre la innovación tecnológica y los principios éticos que han guiado al software libre durante décadas. 

De esta manera, si decides adoptar estas nuevas herramientas en tu ordenador, no solo estarás probando una alternativa más rápida y segura, sino que también estarás participando en una auténtica revolución de una de las distribuciones más populares del ecosistema del pingüino.

Fuente y redacción: computerhoy.20minutos.es

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