En un mundo cada vez más tecnológico, pero también dependiente, la ciberseguridad se ha convertido en una preocupación clave tanto para las personas como para empresas e instituciones.
Sin embargo, enfrentarse a los continuos problemas de ciberseguridad no se trata solo de prevenir ataques, sino también de saber cómo recuperarse de ellos. Es aquí donde entra en juego el concepto de ciberresiliencia, una estrategia para, por así decirlo, salir más fuertes ante este tipo de problemas tan comunes.
Pero cuidado, porque la ciberresiliencia va más allá de simplemente protegerse contra ciberataques. Se trata de construir una infraestructura digital potente y flexible que pueda resistir, adaptarse y recuperarse rápidamente frente a amenazas y problemas que puedan surgir.
Lo cierto es que en un entorno que no para de cambiar y con la evolución de las ciberamenazas, la ciberresiliencia se ha vuelto un punto muy a tener en cuenta para garantizar que el negocio y la seguridad de la empresa sigue adelante pese a los baches por el camino.
¿Qué es la ciberresiliencia?
La ciberresiliencia se refiere a la capacidad o estrategia de una empresa para anticipar, resistir, recuperarse y adaptarse a la repercusión que tiene en ella un ataque de ciberseguridad. En otras palabras, se trata de la fuerza de esta para mantener la continuidad del negocio y proteger sus sistemas, empleados y datos, incluso si ocurre cualquier tipo de ataque.
Una estrategia de ciberresiliencia implica varios componentes clave, que incluyen la prevención, detección, respuesta y recuperación de incidentes cibernéticos. Esto supone no solo tener medidas de seguridad para evitar ataques, sino también planes de contingencia claros y procedimientos de respuesta en caso de que ocurra cualquier problema.
Por ejemplo, imagina una empresa al estilo Amazon que ha implementado una estrategia de ciberresiliencia. Esta utiliza un sistema de seguridad avanzado para proteger su sitio web contra ataques, pero además de todo esto, realiza copias de seguridad de vez en cuando de su base de datos y otros datos importantes en caso de que ocurra un problema.
Un día, la empresa detecta un aumento extraño en el tráfico de su sitio web, lo que indica un posible intento de ataque DDoS. Gracias a su sistema de detección, el equipo de seguridad de la empresa logra poner fin al ataque y mantener el sitio web como si nada hubiese ocurrido.
Tras pasar la tormenta, se lleva a cabo una investigación a fondo para identificar la fuente del ataque y tomar medidas para evitar que suceda lo mismo en el futuro. Esto es ciberresilencia.
¿Por qué es tan importante este concepto para las empresas?
La ciberresiliencia se ha convertido en una pieza vital si se habla de la actualidad, por lo que existen varias razones de peso por las que cada una debería tener una estrategia como la antes explicada en marcha.
- Protección contra ciberataques: como ya ha visto, las ciberamenazas acechan por todos lados, como el malware o los ataques de ransomware. La ciberresiliencia ayuda a las empresas a anteponerse y resolver con efectividad todos estos problemas.
- Que el negocio siga adelante: los ciberataques pueden poner patas arriba las actividades de una empresa, lo que resulta en pérdidas económicas y daños a la reputación con clientes que se marchan.
- Protección de la información sensible: la información privada de los clientes, como nombres o secretos comerciales, puede ser el objetivo principal de los ciberataques. La ciberresiliencia ayuda a proteger esta información mediante la implementación de medidas de seguridad, como cifrado de datos, autenticación multifactor y controles de acceso.
- Cumplimiento de normativas y regulaciones: muchas industrias están sujetas a normativas y regulaciones en cuanto a la protección de datos y la seguridad se refiere, por lo que esta estrategia evitaría que aparte del ataque la empresa fuese sancionada.
Sin ir más lejos, uno de los últimos ataques, en este caso a las bases de datos, que ha sufrido el Banco Santander o incluso Iberdrola, demostró que este tipo de estrategias son vitales a la hora de, primero, resolver el problema, pero segundo y también importante, demostrar a tus usuarios y potenciales clientes, que todo está controlado.
Sin ir más lejos, avisaron del ciberataque a los organismos en tiempo récord. Dio la voz de alarma a la CNMV tan rápido como tuvo conocimiento del acceso no autorizado y confirmó que el suceso no supuso un riesgo para los usuarios finales que tienen sus ahorros con ellos: «No hay información transaccional ni credenciales de acceso o contraseñas de banca por internet que permitan operar con el banco», comentaron.
Fuente y redacción: Carolina González / computerhoy.com