Un estudio realizado por la compañía británica Experian y publicado por la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) pone la cifra en 870 Euros. Esto para perfiles que contengan información relacionada con los datos financieros de una persona, de accesos a plataformas de pago y redes sociales. «El valor de nuestros datos personales se ha puesto de manifiesto en operaciones como la que llevó a cabo hace cinco años Facebook cuando compró WhatsApp por más de 21.800 millones de dólares, o la que cerró unos años antes Google cuando fusionó Youtube por 1.650 millones», aseguran desde la Universidad.
Por ejemplo, el sitio web WeLeakInfo vendió el acceso a más de 12 mil millones de registros de usuarios que se filtraron por violaciones en otros servicios en línea. El FBI confiscó esta semana el dominio de WeLeakInfo[.]com, un servicio en línea que durante los últimos tres años ha estado vendiendo acceso a datos robados desde otros sitios web. Los delincuentes comprabana acceso al sitio y luego buscaban los datos personales de la persona que querían «hackear». El sitio web era muy barato, por tan solo U$S2 por día, los delincuentes podían realizar búsquedas ilimitadas de los datos de un usuario en el sitio.
La dark web es el caladero en el que se compran estas huellas que solemos dejar en aplicaciones normalmente gratuítas. «Todo tiene un precio, incluso en Internet», explica Eduard Blasi, profesor del posgrado de protección de datos de la UOC. «A veces cometemos un error al pensar que una aplicación o un software deber ser gratis por el mero hecho de ser un intangible, sin considerar los costes que hay detrás de servidores, estructura técnica, personal que actualiza los sistemas, etc. La realidad es que en el ecosistema de Internet si no pagamos de forma directa lo acabamos haciendo indirectamente con nuestros datos».
Actualmente, hay al menos otros tres sitios web que funcionan de manera similar a LeakedSource y WeLeakInfo, que venden acceso a datos robados, incluidas contraseñas de texto sin cifrar. Son Dehashed, Snusbase y Leak-Lookup.
Según datos de la Comisión Europea, poco antes de la llegada del Reglamento General de Protección de Datos en mayo de 2018, solo el 15% de los internautas sentía que tenía el control sobre su información personal mientras que el 71% de los europeos ya compartía sus datos en la web. Aunque, expresan desde la UOC, esta legislación está ayudando a recuperar este control.
No hay cifras oficiales respecto al valor exacto de todos los datos personales que circulan por internet, pero algunas investigaciones —como la llevada a cabo hace dos años por la compañía británica Experian— han sacado a la luz que un perfil global que incluya los datos financieros de una persona, los de acceso a su cuenta de PayPal y Amazon y los de sus perfiles en redes sociales se vende en la llamada web oscura (dark web), el mercado negro de internet, por unos 870 euros.
Gracias a esta ingente cantidad de datos, además, se están gestando grandes campañas de publicidad digital dirigidas para obtener más efectividad. Por ello, concluyen desde el centro, es necesario que los usuarios puedan tomar decisiones informadas y que puedan ser partícipes de los beneficios de esta revolución digital aunque, por el momento, la Unión Europea ha dicho no a la comercialización de este tipo de información.
«Es incuestionable que los datos tienen valor económico, basta con fijarse en el hecho de que las principales empresas del mundo se alimentan de ellos mientras que a los usuarios se les impide obtener beneficios. Además, el hecho de que la privacidad sea un derecho fundamental no debería bloquear la posibilidad de que tuvieran una vertiente patrimonial, como sucede con los derechos de imagen, que también son un derecho fundamental», dice el profesor Sergio de Juan-Creix.