El cifrado de datos vuelve a la mesa de discusiones, pero ahora con una advertencia clara. Las compañías tecnológicas como Apple y Facebook tendrán un año para ponerse de acuerdo e instalar puertas traseras en sus plataformas, o el Congreso de Estados Unidos aprobará una ley que los obligue a debilitar su cifrado.

Esta semana, el Congreso estadounidense, por parte de ambos partidos, envío una severa y preocupante amenaza a las compañías de Silicon Valley, ya que tienen la intención de impulsar una regulación ante el cifrado de datos en caso de que esto siga siendo un obstáculo para los organismos encargados de hacer cumplir la ley.

Un severo y preocupante ataque a la privacidad

Para quienes no lo recuerden, este debate inició en 2016 cuando el FBI demandó a Apple tras negarse a desbloquear el iPhone de un supuesto criminal. Al final el FBI logró desbloquear el dispositivo, pero esto inició una fuerte discusión que apuntaba a que las compañías tecnológicas «estaban obligadas» a colaborar con las autoridades en el caso de investigaciones criminales.

Las compañías tecnológicas y los defensores de la privacidad se unieron y defendieron el cifrado, señalando que esta tecnología protege a los usuarios de posibles ataques de hackers y otro tipo de delincuentes, e incluso ante escenarios de represión por parte de gobiernos autoritarios.

Por su parte, los organismos encargados de hacer cumplir la ley afirman que el cifrado está bloqueando sus investigaciones, ya que impide el acceso a los dispositivos de los sospechosos y a sus comunicaciones dentro de las aplicaciones de mensajería.

En una audiencia ante el Comité Judicial del Senado el pasado martes, Erik Neuenschwander, responsable de privacidad al usuario en Apple, mencionó:

«Hasta este momento, no hemos podido identificar ninguna manera de crear una puerta trasera que funcione sólo para ‘los buenos’. De hecho, en nuestra experiencia ha sido todo lo contrario. Cuando hemos tenido debilidades en nuestro sistema, también han sido explotadas por entidades dañinas.

«Mi temor general sería que si algunas de las capacidades de esa legislación se impusieran a cualquier proveedor, ese proveedor tendría que debilitar el cifrado, sólo por la naturaleza de la tecnología, para todos los usuarios.»

En octubre pasado, el Departamento de Justicia envió una carta a Mark Zuckerberg donde le pedían que suspendiera los planes de integrar nuevas llaves de cifrado en sus aplicaciones de Facebook, Messenger, Instagram y WhatsApp. Esto bajo el argumento de que un nuevo cifrado en Facebook paralizaría sus esfuerzos de investigación contra los grupos de pedófilos.

Ante esto, Jay Sullivan, director de gestión de productos para la privacidad y la integridad en Facebook, envió una carta al fiscal general William Barr donde mencionaban que no debilitarían el cifrado en sus servicios de mensajería.

«Nos oponemos a debilitar intencionadamente la seguridad de los sistemas cifrados, porque al hacerlo se socavaría la privacidad y la seguridad en todas partes y se les dejaría vulnerables ante hackers, delincuentes y regímenes represivos.»

Sullivan también añadió que si Estados Unidos impone regulaciones sobre el cifrado, lo único que provocarán es que los criminales migren a otras plataformas gestionadas en otros países, donde no estarán obligados ni en riesgo de que Estados Unidos acceda a sus datos.

Los legisladores estadounidenses unidos en un solo bando

A pesar de los argumentos de Apple y Facebook, los legisladores, como parte de una advertencia bipartidista, amenazaron a ambas compañías con estudiar la legislación en caso de que las empresas mantengan su posición de no proporcionar datos a las agencias encargadas de aplicar la ley.

El senador Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur y presidente del Comité Judicial del Senado, mencionó:

«Mi consejo es que pongan manos a la obra. Por estas fechas el año que viene, si no han encontrado una forma de solucionar esto, nosotros impondremos nuestra voluntad.»

El senador Chris Coons, demócrata de Delaware, se mantuvo en la misma línea:

«Escuchamos su argumento de que esto puede simplemente llevar a los criminales a usar proveedores extranjeros. Pero francamente, la mayoría de nosotros estamos preocupados por proteger a los americanos más vulnerables.»

Cyrus Vance Jr., fiscal de distrito de Manhattan, se presentó a favor de la legislación del cifrado:

«El cifrado impidió que pudiéramos acceder a pruebas en cientos de teléfonos. Donde a pesar de utilizar métodos legales de hackeo, tuvimos que pagar cientos de miles de dólares por usar estas herramientas que sólo tienen éxito la mitad de las veces. Hay muchos casos graves en los que no podemos acceder al dispositivo en el período de tiempo en el que es más importante para nosotros. Sin avanzar hacia la legislación, no vamos a resolver este problema.»

El senador Richard Blumenthal, demócrata de Connecticut, declaró:

«La gran tecnología se está distanciando de la responsabilidad legal y los legisladores pronto tomaremos medidas. Esto terminará, porque el pueblo estadounidense está perdiendo la paciencia. Espero que se lleven este mensaje. Ese tipo de inmunidad durará poco si la tecnología no puede hacerlo mejor.»

El senador Joni Ernst, republicano de Iowa, continúo:

«Si no lo hacen ustedes, lo hará el Congreso. Creo que preferirían encontrar una solución a que el Congreso la encuentre por ustedes.»

La senadora Marsha Blackburn, republicana de Tennessee, cerró la participación de los legisladores con lo siguiente:

«Todos ustedes tienen que actuar juntos, o con gusto lo haremos por ustedes. Esto no puede continuar así.»

Hasta este momento, el Congreso de Estados Unidos no tiene ninguna propuesta de legislación sobre el cifrado sobre la mesa, pero se han mostrado claros al advertir que las compañías tecnológicas deben encontrar la forma de ofrecer el fácil acceso a los datos y conversaciones de sus usuarios, esto en caso de investigaciones criminales. Es decir, los legisladores esperan que las tecnológicas actúen por cuenta propia sin necesidad de una legislación.

Fuente: xataka.com

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