Si algo funciona, ¿por qué cambiarlo? Pese a no tener ya soporte ni actualizaciones, y pese a las continuas recomendaciones de actualización, hay usuarios y empresas que siguen utilizando Windows XP.
¿Por qué siguen utilizando esta versión? Los motivos son diversos: porque consideran que no les hace falta más, porque siguen teniendo aplicaciones que solo funcionan con este sistema operativo… Algunas personas emplean estos ordenadores con Windows XP para uso particular. Pero otros siguen trabajando con esta versión. ¿Por gusto o por obligación?
Trece años después de ponerlo en el mercado, el 8 de abril de 2014 Microsoft dejaba de dar soporte a Windows XP, una de las versiones más icónicas de su sistema operativo. Sin embargo, tres años después de ese fin del soporte, Windows XP sigue siendo utilizado por algunos usuarios. De hecho, su cuota de mercado es superior incluso a la de Linux. Según StatCounter, Windows XP sigue teniendo el 8,8% de cuota de mercado en Argentina y (el 5,47% a nivel mundial).
StatCounter
Un sistema operativo que sigue funcionando
Entre los usuarios de este sistema operativo en España hay particulares, pero también organismos públicos y privados. Las razones para seguir trabajando con XP son variadas, pero los motivos para abandonarlo conducen casi siempre a una razón: la falta de soporte por parte de Microsoft.
Es difícil saber cuántas de las personas que siguen utilizando Windows XP lo hacen a nivel particular, puesto que ni siquiera las consultoras como IDC (a quienes hemos preguntado) tienen datos al respecto.
Aún sacarás dinero de cajeros con Windows XP
La presencia de este sistema operativo de casi 20 años no se limita al uso particular, sino que sigue habiendo empresas y organismos públicos que cuentan con ordenadores con Windows XP.
El caso de los cajeros automáticos es uno de los que siempre se pone como ejemplo de supervivencia de este software. Uno de los fabricantes de estos cajeros es Fujitsu. Elenice Macedo, B&AS Financial Services Delivery Partner de la compañía, reconoce que su empresa «pone el sistema operativo que nos piden los bancos a los cuales les instalamos los cajeros, no es una decisión nuestra».
De hecho es tal la implantación de XP en las máquinas ATM para sacar dinero que Microsoft prorrogó el ciclo de vida de la versión especial de Windows XP que suelen llevar – la llamada «Embedded» – hasta 2019 para dar tiempo a terminar de migrar. A veces se ha utilizado el truco de pasar a esta versión en entornos de usuario convencional para intentar alargar algo más el ciclo de actualizaciones, aunque es algo desaconsejado por Microsoft.
¿Sigue habiendo cajeros con esta versión del sistema operativo? Esta responsable lo confirma: «hay cajeros que a día de hoy tiene Windows XP pero se están migrando a Windows 7 y que actualmente la mayoría que nos piden ya llevan Windows 7».
Hemos preguntado al BBVA para saber si los cajeros de su red están en esta situación. Según sus explicaciones, cuando Microsoft anunció el fin de servicio sobre Windows XP fue cuando el banco «comenzó a abordar un proyecto multidisciplinar para la migración a Windows 7, no sólo en los cajeros sino en todos los equipos», alegando preocupaciones de seguridad. Según el banco a fecha de hoy casi el 100% de los cajeros BBVA están funcionando en Windows 7. «Queda un pequeño grupo de máquinas que se terminarán antes de fin de año».
¿Quiere esto decir que si Microsoft no hubiera finalizado el soporte se seguiría utilizando Windows XP? El BBVA no nos ha respondido a esta cuestión, ni nos ha facilitado más explicaciones de por qué se migra a Windows 7 (que es de 2009) y no a Windows 10 (de 2015).
Sin soporte, toca actualizar
Pero la misma argumentación del banco (la ausencia de actualizaciones supone un riesgo que hay que evitar) la encontramos en otros organismos donde Windows XP (y su mítico fondo de pantalla) aún pervive. Como, por ejemplo, algunas universidades españolas.
Las de Málaga o Valencia son algunas donde aún hay ordenadores con Windows XP que siguen funcionando con normalidad. La tendencia es a sustituir estas máquinas por algunas más modernas, ya que son ordenadores viejos que no serían capaces de soportar sistemas operativos más modernos, como Windows 10 y que, en muchos casos, ni se conectan ya a Internet.
Estos PC con Windows XP se utilizan para cuestiones que no son críticas desde el punto de vista de la operativa de la universidad. «En el momento en que los ordenadores se conectan a Internet tienes que tener unos requisitos de seguridad mínimos y estos sitemas operativos no los cumplen porque son antiguos», explica Marino Castillo, profesor asociado y responsable del área de informática de la Universidad de Málaga.
Pero «si Microsoft siguiera ofreciendo actualizaciones no se renovarían estas máquinas», reconoce Castillo. Es decir, que ante esta falta de seguridad al no enviar actualizaciones, «no queda más remedio que cambiar».
Una decisión lógica, pero no tanto
El jefe del área de informática de la universidad reconoce que, desde el punto de vista técnico, tener muchos sistemas operativos es imposible de mantener en soporte. «Cuanto más homogéneos sea el parque instalado, más fácil es mantenerlo» y considera inviable tener 7 u 8 sistemas operativos. «Otra cosa es que te obliguen a cambiarlo en un momento determinado», apostilla.
¿Se siente obligado ahora? «Evidentemente, No tiene sentido tener un sistema operativo de hace 10 años porque la informática avanza día a día y un producto de hace 5 años es una antigualla», esgrime.
Pero eso no quiere decir que la migración a tecnologías más modernas sea rápida, ni mucho menos. El cambio vendrá según se vayan rompiendo las máquinas viejas. «Mientras que aguanten, seguirán», sentencia.
No es solo XP, son los otros programas
Pero el problema no es solo Microsoft, sino el resto de fabricantes de aplicaciones, que tampoco crean software compatible con Windows XP y «llega el momento en que ya no es utilizable», explica Castillo. En su opinión, esto provoca que “te obligan a renovar el software y el hardware”, lo que conlleva «hacer una inversión muy fuerte, pese a que hay equipos que, para determinadas tareas, con un Windows 95 irían muy bien».
Siro Gálvez, uno de los técnicos informáticos de la Universidad de Valencia, también nos habla de máquinas con Windows XP en esta entidad, aunque no sabe ni cuántas hay ni a qué departamentos pertenecen, ya que solo accede a ellas de forma remota cuando existe algún problema. Según nos explica, hay aplicaciones específicas que utilizan algunos departamentos (como los laboratorios) que están disponibles solo para este entorno (aunque Microsoft tiene una compatibilidad de programas XP con Windows 7).
«Recomendamos que se actualicen y utilicen máquinas virtuales, incluso con Windows Vista», reitera este técnico, quien señala que no hay orden de prohibir el uso de estos sistemas sin soporte, precisamente porque algunos departamentos no pueden trabajar sin ellos.
El coste de actualizar 4.000 equipos en una Universidad
Esta renovación de equipos, no obstante, es algo que se va acometiendo cuando hay presupuesto para ello. La universidad de Málaga, por ejemplo, tiene más de 4.000 ordenadores, de los que 100 funcionan con Windows XP.
Castillo hace algunos cálculos rápidos para entender el coste que puede suponer para un organismo como la universidad una actualización tecnológica. «El equipo más barato puede costar 500 euros. ¿Quién se puede permitir renovar más de 4.000 equipos cada 4 o 5 años?», se pregunta.
Aunque la Universidad puede acogerse a la licencia educativa, que es de menor coste que una empresarial, según Castillo «los 100 euros por equipo por licencia no nos lo quita nadie».
No todas las 4.000 máquinas que tiene esta universidad funcionan con Windows porque, según este experto, en el campus conviven todos los sistemas operativos disponibles en el mercado. Pero avisa. Aunque en administración (que son la mitad de los instalados en la Universidad) sí que el de Microsoft es el mayoritario, «si los costes se volviesen inasumibles habría que buscar uno de libre distribución».
Si quieres ser funcionario, estudia XP
Aunque muchos ayuntamientos y gobiernos regionales están llevando a cabo planes de migración hacia entornos más modernos, en las administraciones públicas también podemos encontrar máquinas con Windows XP.
Una de esas corporaciones municipales es la de Ciudad Real, cuyo jefe de nuevas tecnologías, Juan Vicente Guzmán, explicaba que la migración que está acometiendo su ayuntamiento se dirige a tener servidores y los denominados «terminales tontos».
Algo parecido a lo que están haciendo en el ayuntamiento de Avilés. Aunque en octubre del año pasado se convocaron plazas en las que también se pedía conocer Windows XP, el departamento de tecnologías del consistorio asegura que se ha completado esta migración a Windows 2000 y terminales con Citrix.
Pero sigue habiendo oposiciones en las que, entre los requisitos que se piden, es saber manejar entornos Windows XP. Es el caso del Gobierno de Cantabria.
Cuando hemos querido conocer cuántos ordenadores hay con XP en este gobierno regional y su experiencia con el sistema operativo, no ha habido respuesta. «Le comunicamos que la información que nos solicita no puede ser facilitada», manifiestan.
La seguridad como argumento
Han pasado casi 20 años desde que llegara al mercado. ¿Por qué Windows XP sigue sobreviviendo? Podemos encontrar varias razones. Una es que fue un sistema operativo que marcó una época, como también lo hiciera Windows 95. Después de esta versión, llegaron Windows 98, 2000 y Windows ME, con mayor o menor éxito.
Windows XP supuso, en comparación con sus predecesores, un gran avance en términos de velocidad y estabilidad. Su sucesor, Windows Vista (lanzado en noviembre de 2006) fue considerado por muchos usuarios visto como un paso atrás. Tanto que fue la primera vez que se empezó a hablar del «downgrade» a XP.
Cuando Microsoft decidió acabar con las actualizaciones de Windows XP, uno de cada cuatro usuarios de ordenadores a nivel mundial utilizaban esta versión, según NetMarketShare. La seguridad (o la falta de ella ante la llegada del fin del soporte y las actualizaciones) ha sido uno de los principales argumentos de Microsoft para promover la actualización de Windows XP a otras versiones más modernas del sistema operativo.
Y lo cierto es que ese fin del soporte marcó un punto de inflexión en la cuota de mercado de Windows XP.
Statista
Dieciséis años después de salir al mercado, Windows XP parece sentenciado, pese a seguir teniendo sus defensores.
Y en 2018 todavía siguen usando Windows XP
Ha pasado algo más de un año desde que originalmente publicamos este artículo y nos hemos preguntado si sigue habiendo máquinas con Windows XP.
De nuevo, y aunque parece que menos, XP se resiste a morir. Elenice Macedo, B&AS Financial Services Delivery Partner de Fujitsu (uno de los principales fabricantes de cajeros automáticos para bancos), asegura que “cada vez más” estas máquinas están trabajando en Windows 7 y que hay planes para hacer la migración hacia Windows 10. Pero aunque «han evolucionado» sigue «quedando instalaciones en XP».
En la Universidad de Málaga también siguen quedando algún ordenador «despistado» con Windows XP, tal y como nos confirma Marino Castillo, profesor asociado y responsable del área de informática de la Universidad de Málaga. Son menos que los que había en 2017 porque «todos lo que hemos podido ir quitando los hemos actualizado». El número exacto es complicado de saber porque no se hace el inventario. Ni siquiera se puede hacer una aproximación del número total o de los departamentos donde se pueden localizar.
Castillo sí que reconoce que, aunque se intenta evitar, alguno de estos ordenadores con Windows XP está conectado a Internet. «Supone muchos problemas de seguridad, pero hay usuarios que no quieren actualizarse», asegura. Este responsable señala que desde el departamento de tecnología ponen todas las medidas de seguridad que consideran necesarias, pero «si el usuario pierde información, no es nuestro problema».
Esta falta de actualización se debe a veces a la falta de dinero. «Cada departamento o servicio tiene sus presupuestos y se asignan a las necesidades que consideren oportunas», señala. Le preguntamos si le gustaría que esos ordenadores se actualizaran. «No es que me gustaría, me encantaría que el parque fuera homogéneo».
Fuente: Seguinfo.com.ar